sábado, 22 de septiembre de 2012

Atman, yo, tu, el y todo

Que grandeza se esconde en todo lo creado. El Atman autoresplandeciente que juega a ser algo limitado es todo lo que existe y ha existido siempre. Ese Atman glorioso y todopoderoso que podría crear universos en un instante, por su propia voluntad quiere jugar a ser un ser insignificante. Ese que llamamos yo, tu o el es tan solo ese Ser indescriptible.

Que maravillosa visión se esconde cuando el propio Atman decide comprender su verdadera naturaleza. Entonces el caos que parece dominar el universo se transforma en un juego maravilloso y un halo protector envuelve el templo divino del Atman que es este cuerpo físico y mental.

Que maravillosa la contemplación del Atman en sus innumerables formas. Que néctar celestial se derrama sobre aquel que ve más de lo que los ojos pueden ver. El ser bondadoso es Atman y el malvado no lo es menos. El generoso y compasivo es Atman al igual que el arrogante y egoísta. ¿Como juzgar el juego del Divino Atman y lo que por su propia voluntad ha decidido creerse? No hay debilidad ni error en El. Todo es perfecto en su totalidad. El juego es en su propia esencia Divino.

Entonces el propio Atman, comprendiendo esta verdad última, se auto ilumina a si mismo y bendice con su mirada su propia esencia en todos. ¡Que indescriptible experiencia redescubrirse como infinito e ilimitado después de haber estado confundido creyéndose manchado!

¡Oh Ser Infinito y maravilloso, abandona para siempre el error de creerte limitado!
¡Expulsa de su interior la ilusión y observa la gloria en todos los seres!
¡No juzgues tu propio juego en nada de lo existente!
¡Permite que tu propia luz ilumine el universo entero!