El Sahasrara o loto de los mil pétalos es la entrada al reino de los cielos. Cuando Kundalini despierta en el ser humano atraviesa esta entrada sagrada iluminando poco a poco sus pétalos. Pero este proceso de iluminación en progresivo y al principio tan solo algunos pétalos son iluminados, permaneciendo el resto en un estado latente.
La iluminación de todos los pétalos del Sahasrara significa la iluminación total de la conciencia, percibiendo entonces esta su esencia, que es pureza sin mancha de ilimitado poder. Esta conciencia es de la naturaleza del amor divino, amor desinteresado que fluye ininterumpidamente sumiendo al ser humano en una arrebatadora sensación de lo sagrado.
Cuando a través de estados de meditación profunda el Sahasrara empieza a desplegar más y más pétalos la conciencia alcanza nuevas dimensiones de comprensión y el ser humano se experimenta a si mismo como esencia Divina. Esta experiencia de apertura e iluminación está asociada al segundo estado del yoga, llamado nirvikalpa samadhi o estado sin dudas. No existe en este momento ninguna duda en la conciencia de que la verdadera esencia interior es pureza en si misma. A partir de ese momento, independientemente de la experiencia en el mundo material, la conciencia se va asentando en esta experiencia maravillosa, donde ya no vuelve a caer en estados de sufrimiento o ansiedad. Es el estado añorado por todos los yoguis, estado que sin ser aún la meta final del devoto, despliega un mundo nuevo que aún siendo intangible esta cargado de una intensa sensacion de realidad.
Cuando el aspirante se va adentrando en el estado de nivikalpa, por mucho que otros le critiquen o se empeñen en juzgarle como limitado o equivocado, no puede en modo alguno aceptar dicha limitación, ya que su conciencia ha experimentado con una intensidad abrumadora su verdadera esencia de pureza. Dicha experiencia de pureza, asociada a estados de gran intensidad vibratoria (chaitanya), ha iluminado areas del Sahasrara que le permiten a la conciencia comprender de un modo claro y rotundo que en esencia todo ser es esa misma pureza, aunque oculto por el velo de la maya, dicho ser no sea capaz de percibirlo en si mismo o en otros.
Esta confianza en la naturaleza divina de todo lo existente es el camino del aspirante para adentranse y alcanzar el siguiente estado del yoga conocido como realización de Dios. Solo cuando el Sahasrara se ha desplegado totalmente, la conciencia percibe esta verdad universal predicada por todos los profetas y todas las religiones, como una verdad absoluta. Todo es Dios.
Existen diferentes métodos para ayudar a la iluminación del Sahasrara. Cada chakra está representado en una zona del Sahasrara. Dichas zonas, tambien llamadas pítas, son la conexión de los diferentes chakras con el Sahasrara. Trabajar focalizando la atención en dichas zonas, especialmente mantiendo al mismo tiempo la atención en dichos chakras en el cuerpo, ayuda a desplegar más y más pétalos de este gran loto. Podemos focalizar la atención en el centro de dichos pitas y extender lentamente la atención alrededor de este punto ayudando así a kundalini a alcanzar más y más pétalos del Sahasrara. Otra técnica de gran efectividad es recorrer con la atención la linea central del saharara desde la fontanela hacia el pita del vishuddi, situado justo encima de la frente, donde nace el pelo, despues hacia el centro de la frente y después en el sentido inverso, pita del vishuddi, fontanela que es el pita del anahata, hacia atrás en el pitha del nabhi donde se arremolina el pelo, hacia atrás por encima de la nuca donde se situa el pita del swadishtana y por ultimo hacia la nuca donde está el pita del mooladhara. Este recorrido en uno y otro sentido ayuda a integrar todos los chakras en el sahasrara y de este modo alcanzar nuevas dimensiones en su apertura.
Una vez que el sahasrara se abre totalmente la atención se eleva de un modo espontáneo y natural por encima del sahasrara, desplegando entonces los chakras superiores.
La iluminación de todos los pétalos del Sahasrara significa la iluminación total de la conciencia, percibiendo entonces esta su esencia, que es pureza sin mancha de ilimitado poder. Esta conciencia es de la naturaleza del amor divino, amor desinteresado que fluye ininterumpidamente sumiendo al ser humano en una arrebatadora sensación de lo sagrado.
Cuando el aspirante se va adentrando en el estado de nivikalpa, por mucho que otros le critiquen o se empeñen en juzgarle como limitado o equivocado, no puede en modo alguno aceptar dicha limitación, ya que su conciencia ha experimentado con una intensidad abrumadora su verdadera esencia de pureza. Dicha experiencia de pureza, asociada a estados de gran intensidad vibratoria (chaitanya), ha iluminado areas del Sahasrara que le permiten a la conciencia comprender de un modo claro y rotundo que en esencia todo ser es esa misma pureza, aunque oculto por el velo de la maya, dicho ser no sea capaz de percibirlo en si mismo o en otros.
Esta confianza en la naturaleza divina de todo lo existente es el camino del aspirante para adentranse y alcanzar el siguiente estado del yoga conocido como realización de Dios. Solo cuando el Sahasrara se ha desplegado totalmente, la conciencia percibe esta verdad universal predicada por todos los profetas y todas las religiones, como una verdad absoluta. Todo es Dios.
Existen diferentes métodos para ayudar a la iluminación del Sahasrara. Cada chakra está representado en una zona del Sahasrara. Dichas zonas, tambien llamadas pítas, son la conexión de los diferentes chakras con el Sahasrara. Trabajar focalizando la atención en dichas zonas, especialmente mantiendo al mismo tiempo la atención en dichos chakras en el cuerpo, ayuda a desplegar más y más pétalos de este gran loto. Podemos focalizar la atención en el centro de dichos pitas y extender lentamente la atención alrededor de este punto ayudando así a kundalini a alcanzar más y más pétalos del Sahasrara. Otra técnica de gran efectividad es recorrer con la atención la linea central del saharara desde la fontanela hacia el pita del vishuddi, situado justo encima de la frente, donde nace el pelo, despues hacia el centro de la frente y después en el sentido inverso, pita del vishuddi, fontanela que es el pita del anahata, hacia atrás en el pitha del nabhi donde se arremolina el pelo, hacia atrás por encima de la nuca donde se situa el pita del swadishtana y por ultimo hacia la nuca donde está el pita del mooladhara. Este recorrido en uno y otro sentido ayuda a integrar todos los chakras en el sahasrara y de este modo alcanzar nuevas dimensiones en su apertura.
Una vez que el sahasrara se abre totalmente la atención se eleva de un modo espontáneo y natural por encima del sahasrara, desplegando entonces los chakras superiores.
