lunes, 6 de abril de 2009

Sahaja Yoga y el Paramchaitanya.


El Paramchaitanya o energía del amor divino es la energía que hace todo en la vida. Es como un manto energético que envuelve todo, todo está dentro de esta energía, todo es controlado y dirigido por esta energía que básicamente es amor. Este amor divino trabaja siempre para la benevolencia de cada individuo y de todo el colectivo. Actúa siempre para conducir la evolución de la conciencia a su esencia más íntima. A través de las diferentes experiencias que propone a cada individuo impulsa nuestra evolución para conducirnos a la fuente suprema del gozo, a nuestro espíritu y al divino.

Cuando despierta nuestra energía Kundalini y fluye a través del último chakra Sahasrara nos conecta con esta red energética, que desde ese momento empieza a fluir en el interior del sistema sutil del ser humano. Entonces nos convertimos en un instrumento del amor divino que fluyendo a través nuestro ayuda a nuestro entorno. Esta experiencia nos permite sentir el gran amor que hay en esta energía divina. El fluir del Paramchaitanya en nuestro interior se siente como una brisa fresca fluyendo a través de las manos, de lo alto de la cabeza o incluso por todo el cuerpo. Es el viento de Pentecostés que sintieron los apóstoles de Jesucristo.

El Paramchaitanya es una energía purificadora que al fluir en nuestro interior limpia y despierta los chakras, equilibra los canales de energía y llena la mente de paz y gozo.

Esta es una experiencia real, no es algo teórico o imaginario, miles y miles de personas lo están sintiendo en estos momentos, y se verifica a través del sistema nervioso central con el fluido de la brisa fresca.

A través de la meditación de Sahaja Yoga se obtiene el despertar de la energía Kundalini y la conexión con el Paramchaitanya y desde ese momento comenzamos un nuevo camino de gozo y paz interior en el cual obtenemos el auto conocimiento. Primero obtenemos el conocimiento del sistema sutil (alma) con sus chakras y canales que están asociados a diferentes cualidades de nuestra personalidad y después poco a poco según se va purificando este sistema sutil percibimos el verdadero Ser interior el espíritu que es un reflejo de la misma energía divina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario