En el ascenso espiritual hay diferentes estados que debemos establecer.
El primer paso es lo que llamamos en Sahaja Yoga la realización. En la realización nuestra energía Kundalini asciende por el canal central, sushuma nadi, y atravesando todos los chakras sale por el brahmarandra, en lo alto de la cabeza, conectándonos con la energía del Paramchaitanya. En este primer estado nos hacemos colectivamente conscientes, sentimos el estado de nuestros chakras, nos empezamos a hacer testigos de nuestro ego, superego, etc... Pero a pesar de todo, en este nivel de conciencia aún seguimos identificándonos con nuestros bloqueos, y debilidades.
El segundo paso es el establecimiento de Nirvichara Samadhi, estado en el cual alcanzamos la conciencia sin pensamientos. Este estado se manifiesta principalmente durante la meditación, y si logramos establecerlo apropiadamente también se manifiesta durante nuestra vida diaria, pudiendo experimentarlo en cualquier momento que lo necesitemos. Pero incluso en este estado seguimos bloqueándonos, y cayendo en nuestras viejas tendencias.
El tercer estado es el establecimiento de Nirvikalpa Samadhi. Este estado es un gran salto cualitativo en nuestra evolución. Una vez que empezamos a entrar en el estado de Nirvikalpa Samadhi nuestra meditación alcanza niveles de profundidad muchísimo mayores. Cada meditación se convierte en una experiencia maravillosa. Cada día es una aventura espiritual. En este estado las experiencias espirituales se acrecientan de un modo exponencial, adquiriendo así nuestro ascenso, una velocidad muchísimo mayor. En este estado no volvemos a caer en nuestras viejas tendencias ni debilidades, muy al contrario nos vamos afianzando con paso firme en nuestra verdadera esencia espiritual y divina. Este estado es el comienzo de un nuevo proceso de ascenso, donde nuestro deseo puro de alcanzar el espíritu alcanza su máxima expresión.
Más allá aún queda el estado de la completa realización y después el estado de la realización de la Divinidad.
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