El hígado es el órgano del cuerpo físico que nos permite expresar la atención. Cuando hay alguna perturbación en el hígado nuestra atención se vuelve inestable y no podemos fijarla en un punto. La alimentación es muy importante para que el hígado esté en buen estado. Alimentarse de un modo equilibrado, sin demasiadas grasas o alimentos fritos, sin exceso de dulces o chocolates, sin exceso de proteínas animales, sin exceso de café o té y demás alimentos que son difíciles de digerir, ayuda a mantener el hígado y por tanto nuestra atención en buen estado.
El alcohol es muy perjudicial para el hígado y lo daña en gran medida.
Por otro lado beber mucha agua ayuda a purificar el hígado.
Cuando el hígado es perturbado se manifiestan en nuestra mente un exceso de pensamientos y nuestra atención se ve arrastrada por dichos pensamientos sin tener la capacidad de distanciarse de ellos. En este caso de exceso de pensamientos el hígado suele estar muy caliente y para equilibrarlo podemos usar el hielo que envuelto en una toalla podemos colocar sobre el hígado para enfriarlo.
Para que nuestra atención esté despierta y podamos ser conscientes de los pensamientos sin vernos arrastrados por ellos es muy recomendable practicar la meditación de Sahaja Yoga, temprano por la mañana antes del amanecer. Desde las cuatro hasta las seis y media aproximadamente. A esta hora los primeros rayos del sol, que aún no son perceptibles para el ojo humano iluminan nuestra atención y nos permiten estar en estado de alerta durante todo el día con nuestra atención despierta y en condiciones de percibir todo sin ser dominado por el objeto observado.
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