Mi niño amado no temas.
Dejate llevar al lugar secreto
donde tu propia luz lo inunde todo.
No temas abandonar tu ilusorio traje
que cubre de limitación tu infinitud.
Si lo que eres lo has sido siempre,
si tu esencia es pura y perfecta,
si eres lo único existente,
¿Por qué temes abandonar el mito
de que hay otro diferente a tí?
Déjate llevar por la luz espiritual
y no trames nuevos trucos.
Abandónate sin condición alguna
a la realidad suprema.
Deja que la luz que te sirve de sustento
alcance el último confín de tu universo.
Y así arrebatado en el dulce néctar
de la devoción y el amor supremo
fúndete en el uno sin segundo
que es la única verdad existente.
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