Desde el pétalo izquierdo del Mooladhala la energía se mueve hacia el pétalo inferior. Cuando el pétalo izquierdo se ha abierto y hemos sentido el flujo de la pureza en nuestro interior, se manifiesta el pétalo inferior haciendonos sentir una profunda confianza y fé en nuestra esencia espiritual. Sentir que somos en esencia puros desarrolla esta tremenda fe en nosotros mismos.
El pétalo inferior es de algún modo una puerta a los mundos inferiores. Si el pétalo está correctamente, esta puerta protege nuestro sistema sutil de las energías negativas de estos planos inferiores. De este modo la energía del Mooladhara manifiesta una energía protectora sobre nuestro cuerpo sutil. Al mismo tiempo la energía de la castidad que actúa como energía purificadora, destruye las energías negativas que intentan dañarnos.
Existe una conexión muy importante entre el pétalo inferior del Mooladhara y el corazón central, que es el centro de nuestra seguridad. Esta seguridad basada en la experiencia de la pureza interior, favorece que el corazón central se expanda y desarrolle.
La fe en uno mismo es una pieza básica para el ascenso espiritual. Como su misma posición indica este pétalo es la base sobre la que se apoya el ascenso y si no desarrollamos esta fe de un modo apropiado no podemos desarrollar el equilibrio en nuestra vida. Entonces al menor contratiempo nos tambalearemos cayendo de este modo en el canal izquierdo o el canal derecho. La fe y la confianza en uno mismo nos aferran en el camino del ascenso, en el sushuma nadi.
Cuando hayamos alcanzado la joya de la pureza interior que reside en el pétalo izquierdo del Mooladhara, dejemos que esta pureza manifieste el poder que nos sustenta en el camino central del sushuma. Dejemos que esta pureza despierte la fe en nuestra indudable espiritualidad. Dejemos que esta pureza nos lleve al estado más allá de las dudas.
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