
Cuando experimentamos el despertar de la energía kundalini en Sahaja Yoga lo sentimos en nuestro sistema nervioso central a través de varias sensaciones objetivas. Cada uno de los siete chakras tienen su expresión física en los siete plexos que hay en el sistema nervioso y cada uno de estos plexos tiene una terminación en un dedo o una zona particular de la mano. De este modo cuando Kundalini asciende y atraviesa los chakras, si encuentra algún desequilibrio o bloqueo en ellos lo sentimos en el dedo o la zona de la mano que está asociada a el.
Cuando Kundalini atraviesa el último chakra , llamado Sahasrara, la energía divina, "Paramchaitanya", entra a través de este último chakra y llena todo el sistema nervioso, equilibrando y relajando todas las tensiones.
Hay por tanto dos procesos de limpieza y equilibrado simultáneos, por un lado nuestra propia energía Kundalini que nos da este yoga o conexión con la energía divina y por otro la energía divina que empieza a fluir en nuestro interior.
El fluido de la energía divina se siente como una corriente de brisa fresca que fluye desde lo alto de nuestra cabeza y a través de las manos. Cuando hay bloqueos en los chakras se siente como brisa caliente. Este proceso es progresivo y en la medida en que nuestro sistema nervioso se va purificando se incrementa la intensidad con la que Kundalini y el Paramchaitanya pueden fluir en nuestro interior.
Experimentalo ya a través de alguna de las meditaciones de este blog.
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