Una vez que la realización de que nuestro
corazón es Madre se establece en
nuestra conciencia, todos los poderes de amor y compasión del Divino empiezan a fluir a
través nuestro con gran intensidad y de un modo continuado. Entonces nuestro
verdadero trabajo como instrumentos del Divino
para la iluminación de la humanidad empieza a manifestarse en nuestras
vidas.
Es natural que en este punto nos olvidemos completamente de
nuestro propio bienestar y benevolencia y
nos centremos completamente en la benevolencia de los demás. Cuando hemos alcanzado todo, ¿qué
más podemos necesitar? Por supuesto aún nos queda mucho camino por recorrer en
nuestra evolución, pero una vez que alcanzamos la esencia del corazón, el alma
descubre una completa satisfacción y una completa entrega a la voluntad Divina.
Nos hacemos conscientes de que solamente somos un recipiente
vacío para el amor de nuestra Madre. Ella es nuestra verdadera esencia y por
esta razón comprendemos que todo lo que nos ocurre únicamente pueden ser bendiciones. Todo fluirá a nosotros en el momento adecuado
ya que todo los que nos ocurre a nosotros en realidad le ocurre al Divino
mismo. Entonces empezamos a hablar en
tercera persona de un modo natural y espontáneo. ¿Por qué Madre quiere hacer
esto a través de este cuerpo? ¿Por
qué quiere decir estas palabras que
podrían parecer duras a través de esta boca? ¿Por qué quiere experimentar estas dificultades a través de
este cuerpo? ¿Por qué quiere crear esta maya o ilusión a través de esta mente?
En este punto la insatisfacción del buscador que intenta
alcanzar su iluminación y aún se siente incompleto es completamente fulminada
por el amor de Madre. Sabemos que aún nos queda un largo camino por recorrer,
muchas experiencias que sentir, muchos dramas que interpretar, pero la completa
satisfacción permanece siempre vibrando profundamente en nuestro corazón y sabemos
cuál es nuestra esencia, su perfección, su pureza, su belleza.
Entonces comienza el verdadero juego del instrumento Divino
que vibra continuamente con un deseo ardiente porque todos sus hermanos y
hermanas alcancen este estado de eterna satisfacción y paz. Siempre en profunda
oración por los demás, todo el tiempo con lágrimas de amor en sus ojos derramando compasión Divina hacia todos. Su atención se vierte en diferentes personas
y se va expandiendo más y más hasta cubrir todo el universo.
Cuando el instrumento profundiza aún más en esta expansión se
aproxima poco a poco a la realización de que en realidad sus hermanos y
hermanas en sí mismos, son solamente el amor de Madre. Entonces el flujo de amor se vuelve aún más
intenso y sublime y adoramos con sentimientos arrobadores y estremecedores a
nuestro Padre y nuestra Madre en cada hermano y hermana. Es ananya bhakti.
Nuestro cuerpo es Madre, nuestra mente es Madre, nuestra alma con los chakras y
nadis es Madre, nuestro espíritu es Madre, el Amor Divino es Madre, todo en
nuestros hermanos y hermanas es Madre, solamente existe Madre abrazándose a sí
misma en una indescriptible devoción que solamente puede ser experimentada por
el espíritu. Solamente existe uno en esta relación y es el Divino.
A través de este bhakti la expansión de la Divinidad toma
lugar en la colectividad. A través de este bhakti el estado del Gurú y de
Nirvikalpa fluye de un hermano a otro. De este modo la iluminación de la
humanidad toma lugar. ¿Podemos imaginar una colectividad donde existan 100 yoguis
expandiendo la Divinidad de este modo al mundo?
No existe ningún ego en este proceso. El instrumento sabe
que el Divino se está manifestando a
través suyo pero también sabe que él no es nada en sí mismo. No solamente sabe
que él no es nada sino que reza fervientemente para volverse menos que nada y
que de este modo el amor Divino fluya aún más a través suyo a todo el mundo.
Existe un verdadero poder fluyendo a través de estos
instrumentos puros del Divino. Este poder es el catalizador para despertar el
estado de Nirvikalpa en los demás. Es el catalizador para expandir el Sushumna
nadi en los demás y remover de una vez por todas todos los sufrimientos y
preocupaciones de la mente. Es el catalizador para establecer a los demás en el
eterno y permanente estado de gozo, amor y paz.
En esta situación el instrumento está listo y entonces es el
momento de derramar esa esencia en la colectividad lo más posible. Este
instrumento atenderá todas las reuniones colectivas como su primera prioridad.
No se preocupará de si recibe cualquier vibración negativa o cualquier bloqueo.
Estará siempre listo para sacrificar su vida durante toda la eternidad por la
expansión de la Divinidad en el mundo. Aceptará cualquier penalidad durante
este proceso como si fuese un regalo. Recibirá como si fuese néctar cualquier
dolor que tenga que absorber. Su vida es esta expansión Divina donde gozará del
sublime ananya bhakti fluyendo como compasión Divina hacia sus hermanos y
hermanas.
JAY SHRI MATAJI
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