martes, 20 de octubre de 2009

La colectividad

La conciencia colectiva se expresa a través de la colectividad Sahaja. A través de todas las personas realizadas que estan conectadas sutilmente con el Virata. Este grupo de personas podríamos decir que son el grupo de células que van a la vanguardia de la evolución espiritual. Personas que pueden sentir el conocimiento a través de las vibraciones que sienten en su sistema nervioso central, y que conocen los códigos que todo esto significa. Personas cuya única meta es el propio ascenso espiritual y el ascenso del Ser C0lectivo.

Este grupo de personas que llamamos colectivo Sahaja comparten una conexión espiritual que les lleva a tener las mismas experiencias sutiles, y que lleva su atención colectivamente a diferentes aspectos sutiles en determinadas ocasiones. Esto hace que funcionen como un solo ser que se mueve y asciende en conjunto. Este colectivo Sahaja crea un Ser colectivo dentro del Ser Cósmico del Virata que sirve de caldo de cultivo a cada una de las personas que lo componen y que al mismo tiempo sirve de protección ante diferentes energías negativas. Dentro de este ser colectivo cada célula que lo compone es purificada.

Cuando uno es parte integrante de este colectivo sahaja, experimenta en su ser un profundo sentimiento de gozo, cuando se reune con otros seres del mismo colectivo o con un grupo de ellos. Es un sentimiento de unión espiritual que disuelve las negatividades, limpia nuestras tendencias latentes, y nos disuelve al unísono en un océano de amor divino. Es una hermandad llena de pureza.

lunes, 19 de octubre de 2009

La conciencia colectiva


Una de las bendiciones de Sahaja Yoga es la conciencia colectiva a la cual accedemos desde el momento de nuestra realización. En la conciencia colectiva adquirimos diferentes poderes o habilidades de naturaleza espiritual.

Para entender plenamente la esencia de la conciencia colectiva es importante tener una visión global de como funciona esta. Existe un ser colectivo que podemos decir que es el cuerpo cósmico divino o Virata, dentro del cual se manifiesta toda la creación. Es el ser manifiesto de Dios. Cada planeta, estrella, continente, país, y persona es una parte del Virata. Cada ser humano es una célula de este cuerpo cósmico. Cada país representa un órgano de este cuerpo colectivo. Al igual que nosotros tenemos diferentes órganos en nuestro cuerpo individual, el hígado, páncreas, estómago, corazón, etc, etc, el Virata tiene estos mismos órganos representados por países o zonas del planeta Tierra.

Cuando un ser humano recibe su realización, a través del despertar de su energía kundalini, esta energía le conecta con este Ser Cósmico de un modo especial. Esta conexión sutil nos permite como seres humanos, acceder a los diferentes aspectos espirituales de este Ser Divino. Cada órgano del Virata esta a su vez gobernado por una esencia espiritual o Deidad, que es la misma cualidad que representa ese órgano, pero en toda su pureza. Son los arquetipos primordiales que existen en el inconsciente colectivo y a los cuales tenemos acceso directo a través de nuestra energía kundalini. De este modo podemos pedir a las Deidades del Virata que despierten a estas mismas Deidades en nuestro interior, pudiendo así ser purificados nuestros chakras y nuestro cuerpo sutil.

Además a través de la conciencia colectiva, adquirimos una conexión sutil con todas las células del cuerpo del Virata. De este modo podemos sentir a través de nuestro propio sistema nervioso central el estado en que se encuentran, con solo poner nuestra atención en ellas. Incluso podemos actuar en el sistema sutil de las células del Virata (las personas), ayudando a eliminar bloqueos y problemas. Es con esta conexión sutil con el Virata, con la que cualquier persona realizada puede dar la realización a otras personas.

Esta conexión sutil permite que la energía divina (paramchaitanya) fluya en el interior de nuestro sistema sutil y nos purifique.

La conciencia colectiva la vamos adquiriendo gradualmente y con diferentes grados de intensidad. Desde el primer momento podemos sentir a través de las vibraciones el estado de las demás personas y podemos acceder a las Deidades del Virata. Pero solo cuando nuestra conciencia está plenamente asentada en la experiencia de que somos una célula dentro de este cuerpo cósmico, y nos identificamos plenamente y en total humildad en nuestro papel como célula, estos poderes se intensifican en gran medida. En esta situación somos en todo momento conscientes de que cada persona, y muy especialmente las personas realizadas, son una célula de este cuerpo cósmico, del cual nosotros mismos somos una parte. Entonces empezamos a actuar como una célula curativa y amorosa con las demás células.

Cuando una célula del cuerpo humano ataca a las demás células se vuelve una célula cancerígena. Del mismo modo cuando nosotros actuamos en la vida causando dolor, tensión y miedo en las demás personas nos comportamos como una célula cancerígena dentro del cuerpo del Divino.

Cuando nos integramos en la conciencia colectiva empezamos a comportarnos con los demás como con nosotros mismos. Amamos a los demás como a nosotros mismos. No golpearíamos a los demás como no lo haríamos con nosotros mismos. El gran mensaje de que todos somos uno, se experimenta a través del propio sistema nervioso central de un modo más allá de toda duda.