martes, 19 de septiembre de 2017

Nirvikalpa y el Vishuddhi Chakra

Una vez que la realización de que  nuestro corazón es Madre  se establece en nuestra conciencia, todos los poderes de amor  y compasión del Divino empiezan a fluir a través nuestro con gran intensidad y de un modo continuado. Entonces nuestro verdadero trabajo como instrumentos del Divino  para la iluminación de la humanidad empieza a manifestarse en nuestras vidas.

Es natural que en este punto nos olvidemos completamente de nuestro propio bienestar y benevolencia y  nos centremos completamente en la benevolencia de  los demás. Cuando hemos alcanzado todo, ¿qué más podemos necesitar? Por supuesto aún nos queda mucho camino por recorrer en nuestra evolución, pero una vez que alcanzamos la esencia del corazón, el alma descubre una completa satisfacción y una completa entrega a la voluntad Divina.

Nos hacemos conscientes de que solamente somos un recipiente vacío para el amor de nuestra Madre. Ella es nuestra verdadera esencia y por esta razón comprendemos que todo lo que nos ocurre únicamente pueden ser bendiciones.  Todo fluirá a nosotros en el momento adecuado ya que todo los que nos ocurre a nosotros en realidad le ocurre al Divino mismo.  Entonces empezamos a hablar en tercera persona de un modo natural y espontáneo. ¿Por qué Madre quiere hacer esto a través de este cuerpo?  ¿Por qué  quiere decir estas palabras que podrían parecer duras a través de esta boca? ¿Por qué quiere  experimentar estas dificultades a través de este cuerpo? ¿Por qué quiere crear esta maya o ilusión a través de esta mente?

En este punto la insatisfacción del buscador que intenta alcanzar su iluminación y aún se siente incompleto es completamente fulminada por el amor de Madre. Sabemos que aún nos queda un largo camino por recorrer, muchas experiencias que sentir, muchos dramas que interpretar, pero la completa satisfacción permanece siempre vibrando profundamente en nuestro corazón y sabemos cuál es nuestra esencia, su perfección, su pureza, su belleza.

Entonces comienza el verdadero juego del instrumento Divino que vibra continuamente con un deseo ardiente porque todos sus hermanos y hermanas alcancen este estado de eterna satisfacción y paz. Siempre en profunda oración por los demás, todo el tiempo con lágrimas de amor en sus ojos  derramando compasión Divina hacia todos.   Su atención se vierte en diferentes personas y se va expandiendo más y más hasta cubrir todo el universo.

Cuando el instrumento profundiza aún más en esta expansión se aproxima poco a poco a la realización de que en realidad sus hermanos y hermanas en sí mismos, son solamente el amor de Madre.  Entonces el flujo de amor se vuelve aún más intenso y sublime y adoramos con sentimientos arrobadores y estremecedores a nuestro Padre y nuestra Madre en cada hermano y hermana. Es ananya bhakti. Nuestro cuerpo es Madre, nuestra mente es Madre, nuestra alma con los chakras y nadis es Madre, nuestro espíritu es Madre, el Amor Divino es Madre, todo en nuestros hermanos y hermanas es Madre, solamente existe Madre abrazándose a sí misma en una indescriptible devoción que solamente puede ser experimentada por el espíritu. Solamente existe uno en esta relación y es el Divino.

A través de este bhakti la expansión de la Divinidad toma lugar en la colectividad. A través de este bhakti el estado del Gurú y de Nirvikalpa fluye de un hermano a otro. De este modo la iluminación de la humanidad toma lugar. ¿Podemos imaginar una colectividad donde existan 100 yoguis expandiendo la Divinidad de este modo al mundo?

No existe ningún ego en este proceso. El instrumento sabe que el Divino se  está manifestando a través suyo pero también sabe que él no es nada en sí mismo. No solamente sabe que él no es nada sino que reza fervientemente para volverse menos que nada y que de este modo el amor Divino fluya aún más a través suyo a todo el mundo.

Existe un verdadero poder fluyendo a través de estos instrumentos puros del Divino. Este poder es el catalizador para despertar el estado de Nirvikalpa en los demás. Es el catalizador para expandir el Sushumna nadi en los demás y remover de una vez por todas todos los sufrimientos y preocupaciones de la mente. Es el catalizador para establecer a los demás en el eterno y permanente estado de gozo, amor y paz.

En esta situación el instrumento está listo y entonces es el momento de derramar esa esencia en la colectividad lo más posible. Este instrumento atenderá todas las reuniones colectivas como su primera prioridad. No se preocupará de si recibe cualquier vibración negativa o cualquier bloqueo. Estará siempre listo para sacrificar su vida durante toda la eternidad por la expansión de la Divinidad en el mundo. Aceptará cualquier penalidad durante este proceso como si fuese un regalo. Recibirá como si fuese néctar cualquier dolor que tenga que absorber. Su vida es esta expansión Divina donde gozará del sublime ananya bhakti fluyendo como compasión Divina hacia sus hermanos y hermanas.

JAY SHRI MATAJI

domingo, 10 de septiembre de 2017

La guerra interna

Ayer en la meditación colectiva en Londres vimos un video que me impacto profundamente. Es el Navaratri Puja del 2001. 

En la charla Madre describe el peligro de las escuelas de odio (madrasas) que hoy día se extienden por todo el mundo contaminando el corazón de muchas personas y fomentando el terrorismo.

Madre se muestra extremadamente preocupada con este problema e incluso llega a mencionar que si esta energía destructiva sigue creciendo podría ser el final de la humanidad.

Después de describir el funcionamiento de estos grupos destructivos y malignos Madre nos describe como nosotros como sahaja yoguis podemos ayudarla a ella y al mundo a combatir esta negatividad. 

Solo el amor puede luchar contra el odio.

En esta charla Madre nos pide con gran preocupación que seamos completamente sinceros y observemos a cuantas personas aún odiamos, a cuantas personas juzgamos, a cuantas rechazamos y a cuantas en cambio amamos y aceptamos. Nos pide que elijamos desterrar el odio contra cualquier persona incluso en el caso de que esta persona nos haya hecho daño. 

Esta guerra entre el amor y el odio se está librando en el interior de cada uno de nosotros. 

En mi propia experiencia he observado que esta guerra interna es un juego muy sutil ya que nuestro ego es experto en justificar la semilla del odio basándose en hechos que juzga negativos en los demás. Pero lo cierto es que no hay justificación al odio, especialmente para los sahaja yoguis que son los responsables primeros de eliminar la semilla del mal en su interior para después alimentar al mundo con el fruto del amor puro.

Es muy evidente y lógico que si aún mantenemos la semilla del odio  en nuestro interior el amor de Madre no podrá manifestarse plenamente.


Si hay tan solo una persona en el mundo a la que rechazamos, juzgamos y por ende odiamos, no podremos alcanzar el corazón de Dios donde todos son el mismo y su amor incondicional.

Cuando nuestro corazón se resiste a abandonar el odio basandose en memorias tristes o dolorosas con otras personas, el conocimiento de la verdad podría ser el catalizador para transformar la oscuridad en luz en nuestro interior. El conocimiento de la verdad es que somos lo que somos y siempre lo seremos. Somos una partícula diminuta y a la vez todo lo que existe. Somos la conciencia que sin ocupar ningún espacio a la vez llena todo el espacio existente. Somos existencia pura, sin forma, sin nombre, sin atributos, sin nacimiento ni muerte. Somos el vacio y a la vez la energía del amor que todo lo ha creado. Somos el mismo ser en todos los seres. 

Así pues si todos son una célula del amor Divino, ¿cómo no amar su esencia que es tan bella y adorable? 

Lo que rechazamos o juzgamos en los demás no es mas que una cascara transitoria y sin vida propia, un recipiente vacío que aparece y desaparece cuando la esencia así lo decide. ¿Porqué entonces resistirse a la trasmutacion del odio en amor en nosotros y de este modo impedir que la luz ilumine nuestro corazón completamente?



lunes, 19 de junio de 2017

Nuestra huella en el mundo

Por casualidad hace unos días cayo en mis manos un libro que me dejo un mensaje muy bonito que quisiera compartir.

Muchas veces no somos conscientes de la repercusión de nuestras acciones y actitudes. Quiza pensamos que no tienen ninguna trascendencia o que son insignificates pero lo cierto es que todas nuestras acciones y gestos dejan marcada nuestra huella en el mundo. A veces personas con las que compartimos momentos quedan impregnadas de nuestra esencia. Incluso esa huella se va extendiendo a otros con los que ni siquiera hemos tenido un contacto excesivo.

Sin duda dejamos una huella en este mundo. La cuestión importante es decidir que huella queremos dejar. Toda la materia que nos rodea podría ser considerada como algo vacío. En nuestro momento de partir dejaremos todo aquí  y no podremos llevar con nosotros ni un solo grano de arena. La materia y las pertenencias son algo pasajero y efímero.

En cambio nuestra actitud en la vida  y la huella que marcamos  en el mundo nos acompañarán siempre y formarán parte de nuestra evolución y conciencia.

Al comenzar cada nuevo día, el ser consciente de lo que queremos dar al mundo, de la actitud que queremos mostrar, de lo que queremos aportar a las personas que nos rodean, nos ayuda a dejar la huella que queremos dejar en el mundo. Y por la noche, después de haber  vivido diferentes experiencias durante el día, el poder hacer introspección y ver con que parte de nuestras acciones nos sentimos satisfechos y que acciones debemos mejorar, también nos ayudara a mejorar nuestra huella.

¿Acaso hay algo más importante en este mundo que las personas? ¿Por que no dedicarnos con atención y esmero a cuidar de las relaciones con todos? ¿Por qué no ofrecer sonrisas y alegría en vez de enfado o tristeza?

Nunca sabremos hasta donde puede llegar nuestra huella pero conviene recordar que a veces pequeños gestos cargados de amor sincero pueden provocar grandes milagros en nosotros y en el mundo.