martes, 30 de junio de 2009

Sushumna nadi y el presente



El Sushumna nadi es el canal central al que budha se refirió como el camino del centro. Este canal energético es el que nos permite establecernos en el presente y trascender los canales derecho e izquierdo. Solamente a través de este canal podemos llegar más allá de la mente, que con todas sus limitaciones nos mantiene condicionados con sus juicios y condicionamientos. Cuando nuestra energía kundalini fluye por el canal central, produce un efecto relajante en los chakras que se van limpiando y abriendo de un modo espontáneo y natural. De este modo nuestro modo de percibir el mundo se va transformando, y alcanzamos un estado interior de gozo y paz. En este estado percibimos el momento presente y podemos gozar de toda la belleza que nos rodea. Cuando nuestra conciencia se establece en el Sushumna nadi mantenemos la conexión con la energía divina y a través de esta conexión recibimos toda clase de inspiraciones procedentes de dicha fuente de conocimiento. En este canal se produce un saber espontáneo, que más allá del conocimiento artificial que podemos aprender a través de los libros o de cualquier enseñanza, es un conocimiento que transforma nuestra conciencia. Es el conocimiento vivo. Un conocimiento absoluto de la realidad.

Para establecer nuestra conciencia en el Sushumna nadi es necesario el ascenso de la energía kundalini por dicho canal. La energía kundalini, que es la energía de nuestra conciencia, es el instrumento divino que está en nuestro interior para producir dicha conexión. Sin el ascenso de la energía kundalini el instrumento interior con todos sus chakras y canales es como un aparato eléctrico que aún no ha sido conectado a la red eléctrica.

Esta es la contribución de Shri Mataji, una maestra espiritual que concede este despertar a todo aquel que lo pide con sincero deseo. Simplemente con las vibraciones que fluyen a través de su fotografía, la mayoría de las personas pueden obtener esta conexión con el divino, y empezar a sentir la brisa del espíritu fluyendo en sus manos y en lo alto de su cabeza.

lunes, 29 de junio de 2009

La conciencia sin pensamientos


Normalmente los seres humanos estamos siempre ocupados pensando, saltando de un pensamiento a otro sin ningún control sobre ellos y sin saber hacia dónde nos están conduciendo. En la mayoría de las ocasiones dichos pensamientos conducen nuestra conciencia hacia un estado de preocupación, temor, tensión y otros sentimientos negativos.

Los pensamientos se producen por desequilibrios en nuestro sistema sutil, bien por desequilibrios en los canales derecho o izquierdo o por bloqueos en los chakras. Cuando nos desequilibramos hacia el canal derecho y hay predominancia de energía de este canal nuestros pensamientos se vuelven futuristas, y siempre nos ocupan organizando todo lo que vamos a hacer. Esta tendencia hace que seamos personas muy críticas con los demás, personas dominantes, que siempre quieren tener el control de las cosas. Los pensamientos que se producen en nosotros cuando tenemos esta tendencia energética son pensamientos que fomentan en nosotros el que esta tendencia se mantenga y acreciente, empujándonos aún más hacia los extremos y desequilibrios en dicho canal. Cuando el desequilibrio procede del canal izquierdo nuestros pensamientos se vuelven pesimistas, depresivos, y siempre orientados al pasado. En este caso estos pensamientos se orientan a tener un concepto muy bajo de nosotros mismos y tendemos hacia la autocrítica. Al igual que en lado derecho los pensamientos originados por el desequilibrio en este canal ayudan a mantener dicho desequilibrio.

Un bloqueo o perturbación energética en cualquiera de los chakras produce igualmente un tipo de pensamientos que expresan dicho desequilibrio, expresándose como los opuestos negativos a las verdaderas cualidades espirituales de los chakras.

Especialmente importante a este respecto es el chakra Swadishtana y el Agnya chakra.

El chakra Swadishtana tiene como una de sus misiones, transformar la grasa en materia gris para el cerebro que se utiliza para producir el pensamiento. Cuando este chakra se perturba o sobreexcita se produce un exceso de pensamientos. Este exceso de pensamientos nos proyecta en exceso hacia el futuro y tiene como contrapartida el hacernos personas con mal humor, personas con ira y agresividad.
Además este chakra junto con el nabhi chakra controla el hígado que es el órgano de la atención. Cuando el chakra se perturba nuestra atención se vuelve muy inestable y nos resulta difícil concentrarnos. Esto hace que se produzcan cadenas de pensamientos que oscilan en diferentes direcciones, haciéndonos pasar de una a otra sin ningún control ni concentración.

En el Agnya chakra se expresan dichos pensamientos a través de nuestro cerebro. Cuando hay perturbación en este chakra se produce en nosotros un efecto de reacción ante todo lo que nos ocurre. Ante cualquier cosa o persona a la que nos enfrentamos producimos en nosotros una reacción que se expresa como un pensamiento o juicio de lo que estamos percibiendo. Cuando reaccionamos en exceso ante lo percibido se crea una tendencia a reaccionar de este modo, favoreciendo en el futuro que dichas reacciones se sigan produciendo. Cuando vivimos la vida reaccionando ante ella y ante los acontecimientos que nos ocurren, creamos una realidad paralela a la verdadera realidad. Una realidad que basada en juicios acerca de la verdadera realidad nos aparta de vivir intensamente el momento presente. Esta realidad paralela que se produce en nuestro interior constantemente es una visión distorsionada de la verdadera realidad, una visión que suele producir conflicto interior. Por el contrario la percepción de la verdadera realidad suele ser fuente de armonía, amor, enseñanza y dicha. La verdadera realidad se percibe cuando podemos vivir el momento presente, y esto se produce cuando nuestra energía kundalini fluye por el canal central que es el canal de la evolución. En este caso no es necesario el flujo continuo de pensamientos, sino que podemos vivir simplemente percibiendo la realidad, pensando y proyectando cuando así lo necesitemos pero siempre con un control sobre ello.

Por ejemplo, cuando vemos una película, la pantalla proyecta las imágenes y podemos percibirlo de un modo claro. Pero imaginad que mientras vemos la película hubiese continuamente personas caminando delante de la pantalla, no podríamos ver lo que está ocurriendo en la película. Pero además nuestros pensamientos intentan entrar en la película, intentan arrebatar el protagonismo a la verdadera realidad coloreándola con sus propios juicios y limitaciones.

Para alcanzar un estado de conciencia sin pensamientos es necesario que se produzca un cambio en nuestro estado energético. Un equilibrio en los canales derecho e izquierdo y un estado de los chakras sin grandes bloqueos. Esto es posible con el ascenso de la energía kundalini, que es la energía creada en nuestro interior para producir dicha purificación interior. Esta energía es la que de un modo espontáneo produce en nosotros dicho estado de conciencia sin pensamientos. Este es un proceso espontáneo y natural realizado por la energía divina kundalini en nuestro interior y es casi imposible de conseguir con nuestra propia voluntad.

viernes, 19 de junio de 2009

El amor, la esencia de Sahaja Yoga.


El amor puro es la energía más poderosa del universo. Impregna todo en un manto energético e impulsa la evolución hacia su meta suprema, hacia el Ser Único. El amor es una energía viva que actúa con una eficacia perfecta, favoreciendo nuestro crecimiento y el de todo ser vivo. Cuando uno ama con un amor desapegado y sincero, emite una energía que ayuda al ser amado de un modo inteligente. Esta energía favorece las coincidencias positivas y evolutivas en nuestra vida y crea un entorno positivo que nos ayuda en cualquier situación difícil. Nos protege, nos guía, nos bendice con paz y gozo.

El amor puro es algo para dar y compartir con los demás, y no algo para recibir egoístamente. Cuando uno ama desinteresadamente, se emite una energía desde nuestro propio espíritu, que al fluir a través nuestro, nos permite gozar con gran intensidad de las emociones puras que son nuestra misma esencia. El amor puro es el néctar divino de nuestro propio espíritu, un néctar que nos embriaga en una arrobación indescriptible. Solo las lágrimas pueden expresar a veces tal emoción.

El amor puro fluye de un modo continuo en todas las direcciones y alcanza de igual modo a todas las personas que nos rodean. Aunque la expresión de nuestro amor pueda ser diferente, ya que nos relacionamos de modo diferente con nuestro hijo, que con un amigo o con nuestro jefe, en esencia el fluido energético es el mismo. Para que se produzca tal flujo continuo, hemos de limpiar en nosotros, los apegos a expresar nuestro amor solamente hacia las pocas personas más cercanas. Cuando nos apegamos por ejemplo a nuestro hijo o a nuestra mujer, nuestra atención se ve estancada en dicha persona, volcando solamente nuestro amor en esa dirección, esto impide que nutramos todas las demás relaciones que tenemos en nuestra vida diaria. En ese caso nuestro corazón se va cerrando y este apego hace que amemos cada vez menos. Cuando por el contrario estamos desapegados, amamos a nuestro hijo cuando nos estamos relacionando con él, pero cuando no estamos con él , nuestra atención está liberada y vive el momento presente permitiéndonos amar a todo aquel con el que nos relacionamos.

El amor puro es la esencia de Sahaja Yoga. Shri Mataji como maestra espiritual de este yoga emite amor puro con una intensidad incomparable, y permite a los Sahaja Yoguis tener profundas experiencias de este amor divino, ayudando a que la fuente de dicho amor comience a manar este agua divina en nuestro interior. Es muy habitual cuando uno está en presencia de esta gran alma, sentir esta emoción arrebatadora disolviendo todas las barreras en nuestro interior y sumergiéndonos en un océano de gozo. Entonces lágrimas de amor divino fluyen de nuestros ojos, y nuestro corazón emite luz en todas las direcciones igual que un sol a medio día. Esta es una experiencia real y transcendente que hemos vivido muchos sahaja yoguis.

En muchas culturas es bien sabido, y colectivamente reconocido, que ciertas personas que han alcanzado gran nivel espiritual, ayudan con su mera presencia o incluso sin su presencia física, a producir el efecto del despertar espiritual en las personas. Estas personas emiten tal luz espiritual que ilumina al ser dormido en nuestro interior. Ante tales maestros se requiere una actitud de gran humildad y supremo respeto, para permitir que dicha luz alcance nuestro corazón.

Shri Mataji es una maestra de este tipo. Simplemente a través de su fotografía muchos han sido curados de enfermedades incurables. Cualquier persona puede alcanzar todo tipo de bendiciones si con una actitud de gran humildad y respeto se entrega a la energía amorosa que emite su fotografía. Al igual que una planta es nutrida por la Madre Tierra, el amor maternal que emite Shri Mataji nutre nuestro ser interior y disuelve todas las negatividades.

Esta es una experiencia viva que todo el mundo puede sentir. Si tenemos un poco de inocencia, que nos permita abrirnos con sinceridad, está energía nos hará experimentar momentos indescriptibles.

viernes, 12 de junio de 2009

Meditacion de Adi Shankaracharya


Esta meditación esta basada en la descripción que Adi Shankaracharya hace del atman, del espíritu. En ella, el va descartando todo aquello que no es el espíritu y con lo que solemos identificarnos, para finalmente acceder a aquello que somos realmente. Cerrad los ojos y con la atención en el corazón repetid las afirmaciones con convicción. ¡Feliz experiencia!

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Meditación del amor




Aquí tenéis una meditación de 12 minutos. Poned las manos hacia la fotografía, cerrad los ojos y dejaros llevar por vuestra energía interior.

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jueves, 11 de junio de 2009

La inocencia en Sahaja Yoga .


La inocencia es la cualidad básica del chakra mooladhara. Es la cualidad que está presente en los niños pequeños que aún no han desarrollado el ego. Esta cualidad es sinónimo de unión con el todo. Cuando la inocencia está manifiesta en nosotros, vivimos la vida como lo haría un niño pequeño, disfrutando de los acontecimientos que nos ocurren como si fuera un juego. En este estado el ego o sentimiento de individualidad no es dominante en nuestra personalidad y gozamos de todo de un modo espontáneo.

Cuando desarrollamos el ego y percibimos nuestra vida y nuestro entorno con una visión de separación, adquirimos todo tipo de condicionamientos, temores, reacciones agresivas, basadas principalmente en la autoafirmación de dicho ego o ser individual. Si nos percibimos como un ser individual y separado de nuestro entorno debemos mantener nuestra posición o status como tal, debemos estar protegidos de nuestro entorno para no ser dañados y debemos controlar lo que nos ocurre. Para ello desarrollamos una imagen artificial de nosotros mismos, que actúa de un modo determinado para conseguir sus propósitos. Esta imagen que creamos es una "gran mentira", que impide que nos expresemos en todo momento con total sinceridad.

Sin embargo la inocencia nos permite experimentar una unión de nuestro ser individual con nuestro entorno, y, al igual que un niño pequeño, nos sentimos integrados con él. Este estado de inocencia va intrínsecamente unido a la confianza en uno mismo y en Dios. En este estado uno confía en que la energía divina que impregna todo y mantiene el nexo de unión entre todos los seres y todas las cosas, siempre actúa para nuestro bien, protegiéndonos, nutriéndonos, guiándonos, etc. Cuando somos inocentes no necesitamos mantener una imagen artificial de nuestra personalidad, ni un status social, ni tememos ser dañados por nadie, simplemente actuamos con total espontaneidad y sinceridad. Es "la pureza en el comportamiento".

La inocencia también va unida a la sabiduría y nos permite saber que es bueno para nosotros y que no lo es. La sabiduría no tiene nada que ver con el conocimiento que podemos adquirir a través de la lectura o a través de la educación, es un saber interior y sutil que nos permite percibir intuitivamente la realidad de las cosas. De este modo una persona inocente es una persona a la que no es fácil engañar.

Cuando somos inocentes y entramos en armonía con la energía divina, nuestra vida sintoniza con toda la positividad del universo y a través de nuestra inocencia todo se hace más fácil, más positivo y sin obstáculos. Al contrario, cuando perdemos nuestra inocencia la vida se hace más difícil y nos ocurren todo tipo de calamidades.

Además de todo esto la inocencia nos otorga una personalidad magnética, que al igual que los niños, atrae a todos en torno a ella. Es fácil entender que por naturaleza un ser humano normal se verá más atraído hacia una persona que refleja una completa pureza en su comportamiento y que no esconde ninguna segunda intención en ella.

Más allá de todo esto la inocencia llena nuestra vida de gozo. El gozo de la inocencia es tan satisfactorio, que una vez experimentado, simplemente deseamos permanecer en este estado de completa unión con el todo. Además la inocencia nos permite la entrega, requisito primordial para la meditación Sahaja. Si la inocencia despierta en nosotros entramos al instante en el estado meditativo y podemos mediante nuestra entrega permanecer en este estado sin perturbaciones.

La inocencia es el primer tesoro que tenemos que descubrir como humanos. Una vez descubierto este tesoro, obtenemos las llaves para poder acceder a todos los demás tesoros que hay en nuestro interior. En Sahaja Yoga a través del despertar de la energía Kundalini, nuestra inocencia es despertada y podemos experimentar en nuestro propio ser esta cualidad tan maravillosa.