miércoles, 16 de diciembre de 2009

La Voz Divina

Siempre he sentido un profundo deseo de poder escuchar la Voz Divina, lo que Dios quiere de mi. Pero me di cuenta que estoy sordo y no puedo oirle. Estoy ciego, y no puedo verle. Entonces con sincero deseo le pedi humildemente; Dame oidos para oirte, y ojos para poder verte, corazon para amarte y boca para poder hablarle.

Entonces su amor sublime me colmo con grandes dones, y a menudo en mi meditacion le escucho. Ayer me dijo con maternal dulzura: Ciertas cosas y sucesos han de ocurrir irremediablemente, pero tu no te preocupes, deja que todo suceda como ha de suceder y acepta la vida tal y como es, pues asi ha de ser. Yo siempre estoy contigo y te amo con locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario