martes, 27 de enero de 2009

Avadhuta gita, meditación del espíritu

Os ofrezco unos versos maravillosos de estas escrituras sagradas que nos llevan al estado meditativo y a la experiencia del espíritu.

Es recomendable leer cada verso muy lentamente y cerrar los ojos dejando que estas palabras nos conduzcan con suavidad al Ser de nuestro corazón.


Solo a través de la gracia de Dios, el deseo de la no dualidad surge en el hombre sabio para salvarlo del gran miedo.

¿Cómo podría rendir homenaje al Ser sin forma, indivisible, auspiciador e inmutable, que llena todo Esto con su Si y llena también el sí con su Si?

El Universo compuesto por los cinco elementos, es como el agua en un espejismo. ¡Oh! ¿Ante quién podría inclinarme, yo que soy uno e incontaminado?

Todo es verdaderamente el Si absoluto. Las distinciones y no distinciones no existen. ¿Cómo puedo decir, esto existe, esto no existe?

La esencia de la totalidad del Vedanta es este Supremo Conocimiento: yo soy por naturaleza él sin forma, el omnipenetrante Si.

No existen dudas de que soy aquel Dios que es el Si de todo, puro, indivisible, naturalmente inmaculado como el cielo.

Soy en verdad inmutable e infinito y de la forma de Inteligencia pura. No sé cómo pueden existir felicidad y dolor.

No tengo actividades mentales buenas o malas. No tengo funciones corporales buenas o malas. No tengo actividades verbales buenas o malas. Soy el néctar de Conocimiento, más allá de los sentidos, puro.

La mente es ciertamente de la forma del espacio. La mente es ciertamente omnifacética. La mente es el pasado. La mente es todo. Pero en realidad no existe la mente.

Yo, el solo Uno, soy todo esto, más allá del espacio y continuo. ¿Cómo puedo ver el Si, como visible o escondido?

Entonces, tú ere Uno. ¿Por qué no entiendes que eres el Uno inmutable, igualmente percibido en todo? ¡Oh! omnipotente Uno, ¿cómo puedes tú, que eres siempre esplendoroso, sin restricciones, pensar en la existencia del día y de la noche?

Sabe que el Si es siempre y en todas partes uno y sin interrupción. Soy aquel que medita y el más alto objeto de la meditación. ¿Por qué divides el indivisible?

Tú no has nacido, tú no mueres. En ningún tiempo has tenido un cuerpo. Las escrituras declaran de diferentes maneras el conocido dicho: "Todo es Dios".

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