lunes, 13 de abril de 2009

Amritanubhava, de Gñanéshvar.


Os ofrezco unos bellos slokas de Gñaneshvar, uno de los más grandes santos de India, en honor a su Gurú, (maestro).


En loor del Maestro

1. Ahora ofrezco mis alabanzas al manantial del jardín de los esfuerzos, el canal sagrado de la voluntad divina, la cual, aun desprovista de forma, se manifiesta como encarnación de la compasión.

2. Ofrezco mis alabanzas al que viene en rescate de la Existencia Pura que, en forma de seres individuales, sufre y se debate entre las limitaciones del oscuro bosque de la ignorancia.

3. Ofrezco mis alabanzas al que mata al elefante Maya (la ilusión) y otorga el delicioso platillo de las perlas de la liberación. Ante mi Gurú Nivrittinath, me inclino.

4. Una simple mirada suya rompe las cadenas del cautiverio y permite que el conocedor alcance el Conocimiento (verdadero de su Ser Puro).

5. Reparte el oro de la liberación indistintamente entre grandes y pequeños. Él es el guía que otorga la visión del Ser.

6. En cuanto a su poder, sobrepasa incluso la grandeza de Shiva. Sirve de espejo para que el alma (ser individual) contemple el reflejo de su propia Felicidad Suprema.

7. Su gracia es como el plenilunio de la realización espiritual, en el cual culminan las distintas fases de la sádhana.

8. Cuando el discípulo encuentra a su Maestro, cesan todos sus esfuerzos. Él es el océano en el que se zambullen todas las frenéticas aguas del río de la actividad.

9. En su ausencia, el buscador adopta las variadas formas de los objetos contemplados. Pero cuando le encuentra, se desprende del manto de la diversidad.

10. Su gracia, como el sol, disipa la oscuridad de la ignorancia y uno se ve inundado por la bendita luz del Ser Interior.

11. Al bañarse en las sagradas aguas de la gracia (de su Gurú), el alma se siente tan inmaculada que considera impuro incluso a Shiva, y no permite que Éste ni siquiera la roce.

12. Para proteger y salvar a su discípulo, el Gurú renuncia a la grandeza de su propio estado. Sin embargo, su verdadera gloria jamás le abandona.

13. La soledad no es muy placentera. Por ello, el Ser Supremo adopta la forma de Gurú y discípulo, y se autocontempla como espectador y objeto de visión.

14. Basta con que derrame un poco de su gracia para que la ignorancia bata en retirada y su veneno se convierta en el inagotable néctar de la Sabiduría (el Conocimiento Puro que da la experiencia).

15. Cuando la Sabiduría descubre al conocedor atrapado entre los objetos del conocimiento, lo devora mediante la mirada. Pero, aun así, Su visión no se torna impura.

16. Gracias a Su ayuda, el ser individual alcanza un estado incluso superior al de Brahmán. Pero si el Maestro se mantiene indiferente, el estado de Brahmán no equivale ni al de una hoja de hierba.

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