viernes, 22 de mayo de 2009

La introspección y el karma.


Quisiera aclarar en referencia a la introspección que aunque es cierto que la causa de los conflictos que ocurren en nuestro interior son las creencias y normas rígidas que hemos ido acumulando en nuestro interior, esto no implica en modo alguno que no tengamos que actuar en el exterior cuando surge un acontecimiento que no nos parece adecuado.

El problema aparece cuando reaccionamos ante el acontecimiento externo con emociones negativas de temor, odio, agresividad, culpa, etc.

Como ya explicamos en los anteriores artículos estas emociones pueden estar originadas por creencias que asumimos como verdaderas y que han sido confrontadas por la realidad. El primer paso sería descubrir dichas creencias, (asociadas a los debería), y después entregarlas a nuestra energía kundalini con la comprensión de que nos están causando dolor. Después y sin la influencia de estas emociones negativas podemos actuar exteriormente para solucionar el conflicto, bien hablando con la persona que lo tenemos, o del modo que creamos adecuado. En este caso sin la influencia de la emoción negativa en nuestro interior, nuestra acción será más adecuada y positiva y sin duda tendrá un mejor efecto en la situación.

Por un lado está la acción en el exterior y por otro la introspección que ayuda a limpiar los conflictos en el interior. Son dos caminos paralelos. Cuando actuamos influenciados por reacciones ante el exterior y dominados por emociones de miedo, agresividad, culpabilidad, etc, nuestra acción seguramente provocará mayor conflicto y no solucionaremos el problema del conflicto interior. Cuando por el contrario actuamos sin ser dominados por las emociones negativas nuestra acción será provechosa para nosotros mismos y para nuestro entorno.

Según la ley del karma según sean nuestras acciones serán los resultados de las mismas que nos volverán de nuevo en el futuro. Cuando actuamos sin ser condicionados por las emociones, que surgen como reacción al exterior, superamos dicho karma. De este modo podemos comprender nuestras tendencias negativas, a partir de la reacción que ha surgido en nuestro interior ante el problema exterior. Así aprendemos de todo lo que nos ocurre, de las situaciones positivas y de las situaciones negativas, de las personas positivas y de las personas negativas. Todo se vuelve nuestro maestro y dejamos de luchar contra el mundo.

Entonces alcanzamos la no acción que describió Shri Krishna en el Bhagavad gita. Actuamos sin influencia de ninguna energía negativa y con un total desapego de los frutos de dicha acción. Aunque nos sigan ocurriendo multitud de acontecimientos, superamos dicho karma al no reaccionar ante ello en nuestro interior.

El desapego viene apoyado en la realidad de que todo lo que ocurre en el mundo está dirigido por la energía del amor divino que trabaja siempre para nuestro bien máximo. De este modo actuamos para conseguir nuestras metas pero con la comprensión de que finalmente ocurrirá aquello que tenga que ocurrir y esto será siempre para nuestro bien, aunque no lo comprendamos en algún momento. Entonces entramos en armonía con la energía divina al abandonar el resultado de nuestras acciones en sus manos. Esto no implica el no actuar, actuamos pero sin estar apegados al resultado de la acción.

Cuando actuamos estando apegados y el resultado no es el esperado siempre causa dolor y sufrimiento. Cuando actuamos sin apego el resultado no causa tanto conflicto.

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