viernes, 13 de marzo de 2009

El sentido de la vida


¿Cual es el sentido de la nuestra vida humana?

Esta pregunta tan profunda deja sin palabras incluso a grandes pensadores y filósofos de todo el mundo. Sin duda es una de las cuestiones más difíciles que podemos plantear y también hay innumerables posibles soluciones a esta cuestión.

A través de la experiencia de la meditación de Sahaja Yoga he experimentado el sentido de la vida en mi propio interior y en mi relación con los demás expandiendo Sahaja Yoga. Esta es una experiencia real que me ha transformado en gran medida y que sigue transformándome de un modo muy hermoso.

Para mí el sentido de la vida es primero alcanzar nuestra conexión con la fuente que nos ha creado, con la energía divina que fluye en cada célula de existencia llenándolo todo de amor, y una vez que tenemos esta conexión sutil convertirnos en un instrumento de la energía divina. Un instrumento a través del cual esta energía divina puede fluir libremente y llegar a los demás. Ser un instrumento es sin duda una experiencia maravillosa. Dejar que el amor divino fluya sin ninguna restricción, y al mismo tiempo que alcanza a todo lo que nos rodea, a nosotros mismos nos purifica y nos disuelve en el océano de gozo.

Cuando uno es un instrumento no asume ni por un instante el protagonismo de lo que hace, pues sabe a ciencia cierta que es esa energía de amor divino la que hace todo en el mundo, la que cuida de cada ser, la que dirige la evolución de la conciencia humana, y sobre todo, la que ama sin ninguna condición. Si en algún momento a través del instrumento se pronuncian bellas e inspiradoras palabras, es todo obra del amor divino, si por el contrario en otro momento no es tan bello o fluido, también en obra del amor divino, y ni en un caso el instrumento se siente elevado por sus obras, ni en el otro rebajado, simplemente con toda humildad acepta y goza del amor divino de cualquier modo que este fluya en el.

La experiencia de Sahaja Yoga y la conexión con la energía divina no es simplemente un hecho teórico o mental sino que es una verdadera experiencia sentida a través del sistema nervioso central, que es el instrumento a través del cual fluye esta energía de amor divino. El fluido de esta energía se siente como una brisa fresca fluyendo desde lo alto de nuestra cabeza y a través de las manos. Al mismo tiempo la expresión de esta conexión en nuestras emociones y en nuestra mente es una profunda sensación de gozo interior.

Siendo un instrumento, hablando de Sahaja Yoga, dando la realización a otras personas, enseñándolas a meditar, etc.. he sentido verdaderamente el amor divino fluyendo a través mío y he descubierto el verdadero sentido de mi vida como ser humano. Ser un instrumento para ayudar a la transformación de la humanidad.

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